Con la etiqueta “inteligente” presente en cada vez más dispositivos, resulta lógico que el IoT se haya posicionado como una de las tecnologías y tendencias más relevantes para el futuro de la industria TI. La automatización de procesos, reducción de costos operacionales y mejorar la experiencia del cliente, los principales puntos a favor de esta tecnología, además de la apertura de nuevos mercados y oportunidades de negocio tras la crisis.
Estamos en un momento de profundo cambio en el que tecnologías como el IoT juegan un papel clave, aún más tras la crisis internacional vivida por la pandemia. Según un estudio sobre Internet de las cosas publicado por EAE Business School, España se sitúa como el quinto país de Europa en cuanto a inversión en IoT, inversión ha ido incrementándose año tras año.
En este sentido, desde el grupo tecnológico GMV han notado un incremento significativo en el interés de las empresas por acometer proyectos IoT, en especial en el ámbito industrial.
“Dicho interés está vinculado a la mejora de procesos productivos y optimización de costes, en especial en procesos donde la intervención humana no proporciona valor añadido significativo y que es susceptible de ser reemplazada por un sistema automatizado, redirigiendo dicha intervención humana a aspectos donde en verdad proporcionan valor añadido”, detalla Javier Hidalgo Sáez, arquitecto de Soluciones Sector Industria de GMV.
Para Hidalgo, dicha percepción se ve respaldada por publicaciones especializadas, en las que se apunta a que se ha producido un incremento en la inversión en el sector industrial en 2021, vinculado a la vuelta a la producción tras el fuerte impacto de la pandemia producida por la COVID-19 en 2020. “Este fenómeno se explica como una respuesta a la disminución observada en el año anterior, donde lo importante era salvar la producción, y como una lección aprendida de la pandemia, en especial el considerar un entorno donde la fuerza de trabajo puede no estar disponible en su totalidad o en parte.
Dichas iniciativas, por su parte, buscan mejorar la eficiencia, reducir costes y mejorar la seguridad, en concreto en un escenario donde empleados y usuarios han visto incrementada su movilidad con respecto a escenarios precedentes”, explica el portavoz de GMV.
Caso SigFox
«Para entender mejor cuál es el nivel de implantación de esta tecnología en nuestro país”, comenta Rebecca Crowe, managing director de Sigfox España, “recientemente hemos analizado más de 4.200.000 dispositivos conectados en España a nuestra red 0G, una red global específicamente diseñada para casos de uso IoT.
Nuestra red está presente en el 75% del territorio, poseemos una cuota de mercado nacional del 40%, así que es un ejercicio interesante y válido para obtener una imagen fiel del sector”.
El análisis de Sigfox reflejó una gran desigualdad en la implantación del IoT en España. Mientras que las 5 primeras comunidades aglutinaban 2 de cada 3 dispositivos conectados (el 66%) y, las 3 primeras, casi la mitad del total, las 8 últimas apenas sumaron el 10% en conjunto.
Madrid, Cataluña y Baleares lideran la implantación del internet de las cosas en España, aglutinando el 46% de los dispositivos conectados en 2020 mientras que, Extremadura, Cantabria y La Rioja son las comunidades con menor cuota de implantación de dispositivos IoT, no superando ninguna de ellas el 1% sobre el total.
“Hay una gran diferencia entre los motores industriales y las áreas de costa frente al interior, si bien en estos últimos territorios destaca el caso de uso del IoT aplicado a la agricultura, que funciona como impulsor de esta tecnología en esas zonas”, destaca Rebecca Crowe.
¿Querés saber más de Internet de las Cosas – IoT ? Ingresá en inelint.ar
Extracto de Cristina Mínguez